Los que pasamos la treintena, los que la superan y los que rondan los 25 recordarán igual que recuerdo yo, aquellos míticos recreativos o salas de juego que había en todas las ciudades. Aquellos espacios con futbolines, billares, pinballs, tocadiscos, máquinas arcades y juegos de habilidad...Acá en Santander, puedo recordar los dos de puertochico, los magic en canalejas, los de enfrente del santa clara, los de debajo del casino, los de la plaza las cervezas, los de la calle alta, los míticos miai en plaza numancia, y seguro que me dejo varios. Fueron poco a poco desapareciendo, principalmente por la irrupción de las consolas, que hicieron que los chavales no fuesen a gastar el dinero a los recreativos cuando podían jugar en casa, y también por muchos problemas de los dueños a la hora de poder aguantar a cierta gente que era habitual de estos espacios.Quedaron relegados a algún centro comercial, que juntaban grandes simuladores con algún futbolín, algún pinball, algún billar y un par de grúas, en la época en que se pusieron de moda las boleras o en mezcla con salones de máquinas tragaperras.
Durante mucho tiempo, no volví a ver unos recreativos en sí mismos abiertos en ninguna ciudad de España, sólo encontré unos en Mieres (espero que sigan funcionando...). Para encontrar algo parecido se podían encontrar salones de billares, que solían agregar algún que otro aparato propio de recreativos, pero con el tiempo derivaron en bares con billares o futbolines.
Realmente los que pasamos nuestra infancia en estos lugares, los que salíamos en el recreo a echar una partida al futbolín, pasarnos el street fighter con zangief o continuar al metal slug o al sunset riders, jugar al demolition man, al corvette o al flinstones, meter un duro en la máquina de la vuelta y luchar para tratar de recuperarlo, los que metíamos 100 pesetas en la máquina de cambio para que nos diera 4 de 25, los que empezamos a jugar con las táctiles photo play o silver ball, los que echábamos piques al football champ, al carlos sainz o al gijoe, los que empezamos a ver las primeras tetas de aquellas jamonas japonesas con el gals panic y el gals panic II, los que comenzamos a conocer el universo de aquellas consolas con el neogeo, los que jugábamos al billar americano sin tener ni idea y metíamos la bola negra nada más romper, los que flipábamos con aquellos sega rally, virtua racing o gti club, los que nos echábamos novi@ y le/la llevábamos a los recre a meterle/la mano, etc. etc. etc., en definitiva, todos aquellos que conocimos estos lugares los recordamos con nostalgia y tal vez pensemos que si nuestra juventud hubiese conocido estos espacios, tal vez les atraería menos el botellón, los móviles, las consolas y el andar zumbando con 12 años.
Por cierto, las fotos de este post, son de una maqueta que un paisano vende en todocolección. La podéis ver en este enlace. Si la hizo él, menún crack!!!
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